Los inicios del camino...

Este blog que estrenamos Manu y un servidor (Ferran), nos servirá para mostrar, a quien quiera leernos, el camino que nosotros hemos seguido (y que seguiremos durante un tiempo) hasta llegar a nuestros objetivos (el gran capital).

Para poder empezar con el blog, creo necesario explicar un poco la historia que nos ha traído a escribir el blog y sobretodo, la motivación que nos provoca empezar el camino.

Cuando estas un mínimo de 8 horas trabajando en una consultoria, la cual hace lo posible para aumentar sus beneficios sin parar y no mira de hacer lo mismo por sus trabajadores y estos se dan cuenta, es dificil no decidir hacer algo (por no decir ). Este es nuestro caso.

Empezó nuestra iniciativa en crear una empresa con dos compañeros más. Creamos una web que tenia una gran cantidad de adeptos diariamente y que iba creciendo sin parar. Como en muchos sitios, y aunque la idea fuera buena, hubo problemas entre los que destacamos especialmente uno: los socios escogidos.

Como podéis suponer, es difícil trabajar con alguien que no realiza el mismo trabajo (sea por el motivo que sea: no tiene ganas, no le motiva, le cuesta, etc.).

En mi opinión personal y como dice una gran persona, hay dos tipos de personas: “Las personas que quieren la cosas y las que tienen esas cosas” (A.Zárate). En el proyecto, había de los dos tipos por desgracia. Eso hizo que el proyecto se fuese al garete en poco menos de un mes y medio y que la manera de pensar de los dos (aunque Manu ya habia empezado con el cambio) se focalizó en otra cosa más productiva a nivel personal.

En mi caso y gracias a los consejos de Manu (que me llevaba ventaja), me leí Padre Rico, Padre Pobre (de Robert Kiyosaki y Sharon Lechter) y Secretos de la mente millonaria (de T.  Harv Eker) y eso fue la confirmación de todo.Quería cambiar mi vida y no estar en la carrera de la rata durante más tiempo.

La carrera de la rata (the rat race) simboliza a las ratas de laboratorio, las cuales intentan siempre correr por una rueda con tal de escapar, sin conseguir su objetivo. En el caso de la clase trabajadora (clase media), en la que nos incluimos de momento, queremos hacer lo mismo con el mismo resultado: intentar estudiar y trabajar más para llegar a conseguir lo que queremos, sin llegar al objetivo.

Para conseguir salir de esta carrera infinita, tenemos que cambiar la manera de pensar y de actuar. Para hacerlo, necesitamos el máximo conocimiento del juego del dinero (dedicaremos otro post a explicarlo como debidamente) y de saber apreciar el bien que todos tenemos y que no le prestamos la atención que se merece: el tiempo.

Ferran.