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28 de febrero de 2012

¿Por dónde empiezo?


Cuando una persona quiere salir de la carrera de la rata, se replantea ciertas acciones que ha hecho o que tiene que hacer y se pregunta a sí mismo cómo puede cambiar. Para ello, se tiene que pensar muy fríamente si realmente se quiere hacer el cambio o no. Siempre teniendo en cuenta que este camino que se escoge, es arriesgado y sobretodo, que se deja atrás muchas cosas que son innecesarias y que realmente no son útiles.

Esas cosas inútiles, que vamos cargando a la espalda a lo largo del tiempo, pueden ser varias cosas, como personas, objetos, deudas o ataduras que no nos interesaran a lo largo del camino. Este camino se realiza a través del conocimiento, desprendiéndonos de lo innecesario y aprendiendo lo necesario. A discernir las cosas tal y como son y no con el apego que lo hemos hecho hasta ahora. 

Un ejemplo muy claro son las ataduras que se tienen con la sociedad y sus personas. Si analizamos el caso de Pedro, un amigo cercano, tiene muchos conocidos (conocidos de las etapas de su vida, ya sean de la escuela, del instituto, del módulo que ha estudiado o con la gente que ha trabajado), familia cercana y amigos. 

Tenemos que saber valorar lo que nos es útil de alguna manera o que necesitamos. La paja, la obviamos. No la queremos para nada. Ejemplos más cercanos:
  • Propiedades (inmobiliarias, de transporte, tecnología, etc.), 
  • Deudas (hipotecas en bancos, deudas a un familiar o amigo, etc.), 
  • Sentimientos (con amigos, familiares o incluso con la pareja),
  • Otros..

Se ha de tener el suficiente K como para discernir lo que necesitamos a lo que pensamos que necesitamos. No es lo mismo, y por consiguiente, todo lo que no es útil, lo hemos de desechar sin pestañear.

Con el tiempo, explicaré a qué me refiero, ya que es difícil de mostrar en un post, pero por ejemplo, explicaré un ejemplo muy claro: tener casa.
Cuando nos programan desde pequeños a querer una serie de cosas, nos incluyen en el paquete tener una casa. Cuanto más grande, más fardona y mejor posicionada en una gran ciudad, mejor.
He de decir que esto realmente no es tan bueno como nos hacen ver, ya que para poder pagarla, mantenerla y venderla (en el caso que quieras), siempre has de realizar una serie de pasos que hacen que no sea tan buena inversión esa casa tan "deseada". Tampoco lo es ya que se pierde un tiempo muy valioso en hacer todo el papeleo, intermediarios y el pago a través de sucursales bancarias. Todo esto es paja para la gente con el conocimiento K.
Tenemos que mirar de cambiar el chip y pensar en beneficiarnos de las cosas y no de tenerlas. No es lo mismo, aunque al final, quien las usa, es la misma persona, pero con muchas otras diferencias que nos "distorsionan" (como ya las comentadas).
De la misma manera, este pensamiento se puede aplicar a todo.

Me despido de este post con una frase y una reflexión que cada día me viene a la cabeza. Es de Aitor Zárate, como no.

"Hemos venido a la tierra desnudos y nos iremos desnudos". Para que tener muchas cosas si después se quedarán aquí? Lo que se quiere es disfrutarlas, no tenerlas. 

Ferran

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